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Familias sólidas con ayuda de Dios

Familias sólidas con ayuda de Dios

Base Bíblica: Salmos 127:1-5; 1 Corintios 13:1-6

Introducción:

Las familias hoy enfrentan crisis que tienen múltiples factores desencadenantes, pero que esencialmente, parte de la ausencia de principios y valores. Algunos expertos coinciden en asegurar que en los países desarrollados y más aún en los que están en vías de desarrollo, hoy se puede afirmar que los hogares están enfermos y sufren un desequilibrio que amenaza la felicidad de todos, la paz social, la seguridad de las personas, y aleja la esperanza de lograr un mundo mejor. ¿Hay salida al laberinto? Sin duda que sí. Volver nuestra familia a Dios. Permitirle que Él ocupe el primer lugar y nos permita edificar hogares sólidos, con pautas de vida que le permitan a todos los componentes de la pareja, alcanzar el pleno desarrollo personal y espiritual.

I.- El propósito de Dios es la edificar hogares sólidos a partir de matrimonios imperfectos

1. Desde el comienzo de la creación, un propósito indeclinable de Satanás ha sido la destrucción de la familia

1.1. Satanás incide mediante una cultura plagada de antivalores

1.2. Satanás estimula el orgullo, el resentimiento y la falta de perdón entre los integrantes de la familia

a. Los mayores conflictos, irónicamente, los enfrentamos al interior de la familia

b. Los mayores grados de falta de perdón e intolerancia se viven al interior de la familia.

1.3. Al interior de la familia hay crisis, que podemos diferenciar en crisis favorables y adversas.

a. Las crisis favorables llevan al aumento de la calidad de vida y el bienestar. Se originan en conflictos que tienen un adecuado manejo y nos permiten aprender, para crecer. Podemos mencionar las diferentes etapas en la relación de pareja, las etapas de los hijos (infancia, adolescencia, juventud) así como circunstancias eventuales: una enfermedad o la pérdida de un ser querido.

b. Las crisis desfavorables o adversas, se originan en crisis de valores, crisis de pareja o en la relación con los hijos, resquebrajamiento de la relación y el subsecuente divorcio, pérdida del trabajo y dificultades económicas, entre otras. El secreto está en el manejo que le demos a cada situación. Podemos salir adelante o sumirnos en una situación irremediable.

1.4. Las Escrituras nos enseñan que Dios mismo es el Padre de la familia (Efesios 3:14, 15)

2. La familia es el espacio donde Dios quiere afirmar el amor, la tolerancia, el apoyo mutuo y el sentido de pertenencia.

2.1. Quien más se interesa en la fragmentación del núcleo familiar es nuestro Adversario, Satanás. En esa dirección siembra disensión, falta de perdón y un vivo deseo de acudir al divorcio como solución a los problemas. Si fallamos como cabezas del hogar, es necesario reconocerlo delante del Señor y fortalecernos en Él para sobreponernos a las dificultades y salir victoriosos (Cf. 2 Corintios 12:7-10)
El afamado escritor y conferencista Stephen R. Covey, señala que “Las buenas familias, incluso las familias excepcionales, se desvían del camino que deben seguir ¡durante el 90% de su existencia!” (Covey, Stephen R. “Los siete hábitos de las familias altamente efectivas”. EE.UU. 1997. Pg 9, 10)
La clave de las familias exitosas radica en permanecer unidas durante y conflictos desarrollan la habilidad de identificar dónde están fallando y reorientarse en el camino correcto. En criterio del autor no se puede perder de vista el significado de la familia y a dónde queremos llegar. No podemos apartarnos de la meta.

2.2. La familia perfecta no existe. En todos los hogares hay situaciones complejas que— con ayuda de Dios— podemos corregir.

2.3. Cuando algún integrante de la familia falla— cónyuge o hijos— es cuando más nos necesita para que los apoyemos y ayudemos a reemprender el camino.

ESTRUCTURA DE FAMILIAS SANAS
Los padres de “familias perfectas” Los padres de familias normales
- En su propia opinión nunca fallan. No sirven de ejemplo y arrepentimiento. - Reconocen que fallan y se disponen a corregir errores.
- Son infalibles. Aunque fallan, siempre hacen su voluntad. - Admiten que en las normas del hogar, debe primar la concertación y aplicar ajustes si hay lugar sin renunciar a principios esenciales.
- Consideran que “reconocer errores” es perder autoridad y así enseñan a sus hijos. - Enseñan a sus hijos a reconocer sus errores, a perdonarse y reemprender el camino.
- No admiten discusiones a sus decisiones. - Aceptan las sugerencias y las inquietudes de la familia.
- Viven recordándoles a sus hijos los recuerdos del pasado. - Inculcan en los hijos que podemos cambiar y ser mejores cada día.
- Obligan a sus hijos a ser perfectos - Les enseñan a sus hijos que podemos fallar, pero que con ayuda de Dios, crecemos.

2.3. Los pilotos pueden desviarse algunos grados de su plan de vuelo; sin embargo con los instrumentos de aeronavegación vuelven a la ruta apropiada. Igual el cristiano puede reorientar su familia con ayuda de Dios y la guía de los principios bíblicos.

3. Es necesario reconocer que todos tenemos algún grado de imperfección y no pretender que nuestra familia sea perfecta.

3.1. Hay esperanza para las familias imperfectas porque Dios las ama con su carga de defectos en el proceso de ser corregidos.

3.2. Dios sabe lo sólida que puede llegar a ser nuestra familia si le damos primer lugar a Él (Salmos 127:1-5)

II. Desde el comienzo de la creación, Dios tiene un propósito con la familia (Génesis 2:18-24)

1. Los seres humanos no fuimos concebidos para vivir en soledad ni “aislados” de todos y de todo. Por naturaleza somos sociables.

1.1. En el cónyuge Dios provee: ayuda, acompañamiento, amor, estímulo en los planos físico y emocional.

1.2. ¿Por qué formó Dios a Eva de la costilla de Adán? …Para enseñarnos:

a. Que la mujer está a nuestro nivel, y no por encima o por debajo de los varones.

b. Que la mujer sería protegida por el varón.

c. Que iba a ser amada por su esposo, y por eso se tomó la costilla, muy cerca del corazón.

1.3. En el hogar la pareja debe tomar sus decisiones al margen de la influencia de sus padres, familiares y amigos cercanos (Génesis 2:24)

Se privilegia:

a. La Unidad

b. La independencia

c. La Identidad à Unasola carne

1.4. Una familia comienza siendo una pareja; dos personas que se aman y que se comprometen a estar juntos, a apoyarse mutuamente y a construir un hogar para ambos y sus futuros hijos. La pareja es la columna vertebral de la familia, a partir de la cual los hijos podrán construir sus vidas con bases sólidas, donde también los padres podrán seguir creciendo y realizándose. Una relación de pareja disfuncional o sometida a la inestabilidad termina afectando a los hijos que reproducirán el mismo modelo en sus etapas posteriores.
El reconocido autor y conferencista alemán, Walter Trobisch indica que “En el matrimonio, dos personas comparten todo lo que poseen: no solo sus cuerpos, y sus posesiones materiales, sino también sus pensamientos y sentimientos, su gozo y sufrimientos, sus esperanzas y temores, sus éxitos y fracasos. Llegar a ser una sola carne significa que dos personas llegan a ser complemente una en un cuerpo, alma y espiritual y, sin embargo, permanecen siendo individuos diferentes.”
2. El hombre y la mujer fueron creados por Dios para compartir igual dignidad y valor. Ninguno es superior a otro.

2.1. Por tener especiales atributos del Creador, el varón debe tributar especial trato a su cónyuge. Esto lleva a que no acepte que haya maltrato físico y emocional hacia la pareja o los hijos (Cf. Efesios 5:21-25)

2.2 El compromiso matrimonial implica que los cónyuges se ayuden entre sí en el proceso de crecimiento personal y espiritual.

III. Así como Dios permanece fiel a su Pacto con nosotros, espera que su pueblo permanezca fiel al Pacto con el hogar (Salmos 89:28, 34)

1. La relación al interior de la pareja encierra el compromiso de permanecer unidos a pesar de las circunstancias.

1.1. Cuando no hay compromiso mutuo, el matrimonio se limita a coexistir, a sobrevivir.

1.2. Cuando hay compromiso los cónyuges aportan de sí mismos para mejorar la relación y profundizarla cada día.
El autor y conferencista norteamericano, Lewis Smedes escribe explica que “Un compromiso de pareja para toda la vida significa ‘Incondicional’… Un compromiso para toda la vida es simplemente uno que nos proponemos mantener, pase lo que pasare.” (Smedes, Lewis. “Responsabilidad y compromiso que aprender a vivirel amor prometido”. San Francisco, EE.UU. Edit. Harper Row. 1998. Pg. 64)
1.3. En criterio de expertos en asuntos familiares, como Gary Chapman, el Pacto matrimonial debe permanecer y hacerse sólido en el tiempo. En el libro “Pacto matrimonial” (Pgs.13-24), describe cinco características que deben rodear el Pacto matrimonial:

a. El Pacto matrimonial no sólo busca beneficiarnos sino también a nuestro cónyuge.

b. Debemos cumplir el Pacto matrimonial indistintamente de la conducta del cónyuge.

c. El Pacto matrimonial se fundamenta en el Amor incondicional (Cf. 1 Corintios 13:1-6)

d. El Pacto matrimonial se establece partiendo del deseo de que sea sostenible en el tiempo.

e. El Pacto matrimonial incluye revisar si hay fallas y asumir correctivos

2. La Palabrade Dios registra varios Pactos o compromisos firmes en los que Dios se ha mantenido a pesar de las circunstancias (Cf. Génesis 9, Deuteronomio 4:23-31; 1 Samuel 18:2-4; Rut 1:16, 17; Salmos 89:28. 34)

2.1. El matrimonio en las Escrituras es mucho más que compromiso legal, es un Pacto.
El autor y conferencista, Paúl Palmer, define la diferencia entre Contrato matrimonial y Pacto matrimonial. “Los contratos comprometen los servicios de le gente mientras que los pactos comprometen a la gente. Los contratos se realizan durante un período de tiempo específico, mientras que los pactos son para siempre. Los contratos se pueden anular…, no ocurre lo mismo con los pactos. Los contratos se suscriben ante testigos, con el Estado como garante; los pactos se realizan ante Dios como testigo, y también como garante.”
2.2. El Pacto matrimonial es voluntario. Es una decisión libre que debemos honrar asegurando compromiso permanente.

IV. El Plan de Dios de Dios es que el Pacto Matrimonial crezca, se afirme y permanezca.

1. La relación matrimonial tiene todas las características de un pacto. Es un compromiso total, permanente y creciente.

1.1. Por tratarse de un pacto y no de un simple contrato, el matrimonio debe ser honrado y respetado.

1.2. Así como Dios no pone condicionamientos para amarnos a pesar de los errores, estamos llamados a amar a nuestro cónyuge por encima de los condicionamientos.

EL PACTO MATRIMONIAL

Principio

Características

1. El Pacto Matrimonial no busca sólo la felicidad propio sino la del cónyuge

Hoy día prevalece el individualismo. Cada quien procura su bienestar. En la relación debemos ser felices los dos. Amor sin egoísmo es el fundamento esencial del pacto matrimonial (Efesios 5:21).

2. La permanencia del Pacto Matrimonial no debe depender de la conducta del cónyuge

El único compromiso se sintetiza en tres pilares: compromiso, amor incondicional y perseverancia. Los votos esenciales son: amor, honra, protección, sin importar las circunstancias.

3. El Pacto Matrimonial se afianza en dar como paso esencial para recibir

El compromiso de dar es nuestro en la relación de pareja; sin embargo somos los primeros en dar un paso en esa dirección. “Doy sin el interés de recibir”. (Efesios 5:22-25)

4. El compromiso adquirido con el Pacto Matrimonial es permanente

Aunque nuestras emociones son variables, la disposición de amar al cónyuge debe permanecer firme “a pesar de”. Es una decisión antes que una obligación.

5. El Pacto Matrimonial se torna sólido cuando procuramos enamorarnos cada día del cónyuge

Empeñamos en descubrir lo mejor de nuestra pareja y no sólo dimensionar sus errores. No negamos las fallas de la pareja pero tampoco permitimos que empañen la relación (Efesios 5:28-30)

6. El Pacto Matrimonial desecha la opción del divorcio como solución a los conflictos

El compromiso con nuestro cónyuge no es por unos días, por meses o años sino para siempre. Un paso a la vez. Las dificultades son previsibles pero debemos aprender a superarlos (Mateo 19:6)

7. El Pacto Matrimonial resiste las dificultades cuando privilegia el perdón del cónyuge

Cada cónyuge es responsable de sus actos y deben rendir cuenta de ellos. Las ofensas de nuestro cónyuge las personamos cuando hay arrepentimiento sincero y piden perdón (Efesios 5:26, 27)

2. Quien nos ayuda a permanecer firmes en el Pacto Matrimonial es nuestro amoroso Padre celestial que nos ayuda a encontrar soluciones en medio de los conflictos.

En opinión del escritor, Willard Harley, autor del éxito de librería “Las necesidades de él o ella”, las causas básicas de los conflictos matrimoniales se reducen a dos: la incapacidad de los cónyuges de hacerse mutuamente felices; o bien, la capacidad de hacerse mutuamente infelices.

V. Aprender a manejar los conflictos de pareja asegura solidez a pesar de las circunstancias

1. Uno de los factores desencadenantes de conflictos en el hogar lo constituyen las necesidades insatisfechas de los cónyuges.

1.1. Así como nosotros, el cónyuge enfrenta las necesidades afectivas y emocionales.

a. Es imperativo alimentar el sentido de valor de su cónyuge.

b. La relación de pareja debe ser alimentada con palabras amorosas y detalles.

b.1. La autoestima de nuestra pareja se fortalece con el trato que le prodigamos.

b.2. A través de las palabras y gestos edificamos o destruimos la relación con nuestro cónyuge.

1.2. En los cónyuges también deben suplirse las necesidades materiales.

2. Cuando dejamos de satisfacer las necesidades del cónyuge, abrimos las puertas para que la persona se vea sometida a tentaciones como un desliz moral (Cf. Efesios 5:21, 33)

2.1. Las necesidades de la esposa son:

a. Afecto

b. Conversación

c. Honestidad en la relación

d. Apoyo financiero

e. Compromiso familiar

Toda esposa espera que su compañero le exprese, de palabra y con hechos, lo mucho que la ama; que comparta con ella los detalles del día a día, como también sus sentimientos y anhelos más profundos; que sea veraz y confiable; que provea para sus necesidades de familia; y, finalmente, que sea fiel a sus votos matrimoniales y contribuya al desarrollo de los hijos.

2.2. Las necesidades del esposo son:

a. Satisfacción íntima

b. Compañerismo

c. Atractivo físico

d. Apoyo doméstico

e. Admiración

El esposo espera que su cónyuge satisfaga sus deseos en la intimidad, lo que obedece a su inclinación biológica. También que lo acompañe; que se mantenga físicamente atractiva; que sea capaz de crear en el hogar un ambiente de paz y orden, donde él desea estar, y que muestre admiración y aprecio por sus logros.

3. Cuando las necesidades emocionales básicas de alguno de los cónyuges no se satisface, se desencadena el conflicto.

3.1. Los pequeños desacuerdos se transforman en grandes discusiones.

3.2. Los cónyuges se sienten vulnerados ante la más mínima diferencia, por trivial que parezca.
Un reportaje de Susan Gilbert, publicado por The New York Times, reseña que después de recibir terapia de pareja, el 26% de los matrimonios en crisis estaban en condición peor que al iniciar el tratamiento. Después de 4 años, el 38% terminaban en divorcio. Ante la incapacidad de resolver los conflictos con terapias, escribe la señora Gilbert, muchos consejeros matrimoniales se limitaron a escuchar a los componentes de la pareja, por turnos, semana tras semana, en sesiones interminables. Esta opción de terapia en la mayoría de los casos contribuyó a acelerar la ruptura matrimonial.” (Gilbert, Susan. “¿Matrimonios con problemas La terapia no ayuda.” The New York Times. Edición del 19 de abril de 2005. Sección Ciencia, páginas D1, D5.
4. Ante los eventuales fracasos de muchos consejeros matrimoniales, muchos expertos coinciden en señalar que sólo la recuperación de principios y valores, así como darle a Dios el primer lugar en el hogar, logran solidez y permanencia en la relación (Cf. Salmos 127:1-5)

5. Las parejas felizmente casadas no son las más listas, las que tienen asegurada su economía o aquellas que tienen estabilidad emocional sino las que han adquiridito el hábito de no permitir que los pensamientos o sentimientos negativos hacia su cónyuge, ahoguen o empañen las cosas buenas y altamente positivas que les asisten.

5.1. Permiten que prevalezcan los sentimientos positivos hacia su cónyuge,

5.2. Cultivan una sincera amistad

a. Los cónyuges aprenden a conocer profundamente sus gustos, esperanzas y sueños.

a.1. Los cónyuges aprenden a aceptarse tal como son, con sus fortalezas y debilidades.

a.2. Los cónyuges entienden que su relación matrimonial está por encima de las circunstancias adversas.

b. Demuestran con pequeños detalles cómo aman a su pareja.

c. Cuando llegan los conflictos no los derrumban porque cada uno de los cónyuges está seguro que es amado y aceptado por el otro.

VI. Quienes viven atados por el pasado, jamás disfrutan una vida plena en el presente

1. Muchas familias no pueden crecer y avanzar hacia niveles de solidez como pareja y menos en el esquema padres-hijos, debido a que viven anclados en le pasado, en el daño mutuo que se produjeron. Los recuerdos se convierten en fuente de heridas emocionales abiertas (Isaías 43:18)

2. Como cristianos debemos aprender a manejar los recuerdos para no quedarnos atados en el pasado (Filipenses 3:12-14)

2.1. La Memoria de Corto Alcance (MCA). Registra e interpreta la información que llega al cerebro relacionadas con las experiencias recién vividas. Es limitada. Los científicos explican que sólo puede almacenar entre cinco y nueve eventos. Se olvidarán fácilmente a menos que voluntariamente recordemos los incidentes.

2.2. La Memoria de Largo Alcance (MLA). La capacidad de almacenamiento de la información es casi ilimitada. Se asemeja a una enorme biblioteca donde se guardan los recuerdos significativos, bien por lo traumáticos o por lo placenteros. Hay un alto componente de decisión personal para almacenar o desechar la información que nos causa dolor (Cf. Mateo 18:21-35)

3. Dios los dio la capacidad de perdonar (Cf. 1 Corintios 13:4-7)

3.1. José es un ejemplo de la capacidad de perdón y no vivir atados al pasado. Aun cuando sus hermanos le tenían envidia, e incluso, lo vendieron como esclavo, no permitió que los recuerdos le dañaran el corazón (Cf. Génesis 37: 3, 4, 23-28)
La actriz surafricana, Charlize Theron, tenía 15 años cuando perdió a su padre, Charles, un alcohólico maltratador que ese día amenazaba con quitar la vida de su esposa. Su madre, Gerda, despojó al hombre que las intimidaba con una escopeta y que, sin duda, estaba decidido a cegarles la vida. Fue una escena que quedó grabada en sus recuerdos para siempre. Aunque ese incidente y otros muchos amenazaban su estabilidad emocional, la hoy actriz decidió sobreponerse a los recuerdos traumáticos. “No vivo del pasado. Desde la trágica muerte de mi padre, aprendí que no podía negarme a vivir. Si hubiese vivido en el pasado, atada a esa dolorosa escena, mi vida se habría transformado en un desperdicio, sin esperanza. Pasados muchos años he descubierto que era mucho más lo agradable que me restaba por vivir, que esa dolorosa experiencia del ayer”, asegura. (Periódico El País, Colombia. Edición del 24 de Julio de 2011. Página B6)
3.2. En el momento en que José pudo tomar venganza, puso de manifiesto que no guardaba rencor en su corazón (Cf. Génesis 45:1-9)

a. Dios sana nuestro corazón de recuerdos que causan profundas heridas emocionales (Isaías 35:3,4)

b. No es en nuestras fuerzas sino en la fortaleza que proviene de Dios que podemos perdonar el daño que nos causan otras personas, incluso el cónyuge y los hijos (Cf. Hebreos 12:12-14)

VII. Instruir a los hijos con principios y valores asegura familias sólidas (Proverbios 22:6)

1. Es esencial que al interior de la pareja se formulen dos interrogantes: ¿Estamos instruyendo a los hijos con principios y valores?, o por el contrario, ¿delegamos en los maestros la responsabilidad de educar a nuestros hijos con principios y valores? Es una tarea sólo nuestra y de carácter indelegable.

1.1. Sembramos en nuestros hijos principios espirituales para que desarrollen una buena relación con Dios.

1.2.

Sembramos en nuestros hijos principios seculares para que tengan buenas relaciones con los demás (Proverbios 22:6)
Instruye: Encierra la idea de padres que dedican sus energías a dotar a un niño de sabiduría y amor, a alimentarlo y disciplinarlo para que se convierta en alguien completamente dedicado a Dios. Esto presupone madurez espiritual y emocional por parte de los padres. En su camino: Significa que se le instruye para que sea capaz de refrenar cualquier inclinación que lo aparte de Dios. De esta manera, la promesa consiste en que un desarrollo apropiado del niño asegura que se mantenga en los caminos de Dios.” (Biblia de Estudio Plenitud. Grupo Nelson. Comentario a Proverbios 22:6. Página 786)
2. Una sana espiritualidad está asociada a una buena relación de nuestros hijos con Dios, consigo mismo y con las personas que interactúan permanentemente (Cf. Efesios 6:4 b)

2.1. Los hijos aprenden a partir del ejemplo de los padres.

2.2. Durante el proceso de crecimiento, los hijos deben recibir el reforzamiento de principios y valores.

3. Nuestra responsabilidad como padres se orienta a impartir en los hijos sólidas pautas bíblicas que les permitan alcanzar solidez personal y espiritual (Deuteronomio 6:5-9)

3.1. Las enseñanzas impartidas aseguran en los hijos cimientos de respeto, obediencia, reverencia y dominio propio, entre otros.

3.2.

Si ni impartimos enseñanzas a nuestros hijos, Satanás se encargará de hacerlo a través de los antivalores que prevalecen en la sociedad hoy.
La experta en temas de familia, Kay Kusman, asegura que los padres son para los hijos la principal fuente de influencia y de información por medio de los preceptos. (Kusman, Kay. “Construyendo el carácter de nuestros hujos”. Elgin, Illinois. Publicaciones David Cook. 1988) Cuando los padres cumplimos la doble labor de enseñar con los preceptos y el ejemplo, lo más probable es que nuestros hijos hagan suyos los principios y valores.
3.3. Una forma eficaz de asegurar que nuestros hijos busquen a Dios y sean fieles a Él, es que como padres estemos comprometidos en vivir a Cristo.

4. Los principios y valores cristianos siempre están sólo a una generación de su extinción. Jamás olvide que los ideales no sobreviven solamente por ser grandes o verdaderos. Sólo se asegura su permanencia en el tiempo, cuando los implantamos en la vida y carácter de los hijos desde su más tierna infancia.

VIII. Los hijos de familias disfuncionales tienden a replicar el mismo modelo en su propio hogar

1.- Lo más probable es que los hijos de familias disfuncionales tiendan a replicar en sus hogares las experiencias traumáticas de las que fueron testigos.
“Las llamadas familias disfuncionales son familias a las que les cuesta trabajo nutrir emocionalmente y ejercer la paternidad con responsabilidad. Son incapaces de proveer solución a las necesidades básicas y emocionales” (Periódico El País, Colombia. Edición del 24 de Julio de 2011. Página B7)
1.1. Los hijos de una familias disfuncionales donde hay permanentes enfrentamientos de los padres y separación, guardan en su ser particulares que los tornan proclives a la agresividad, la intolerancia y la inclinación al divorcio como la única salida para los problemas-

1.2. Crecer al interior de una familia con conflictos, genera desgaste emocional y sufrimiento. A menos que los hijos tuvieran capacidad de adaptación, tolerancia con la indiferencia, apertura mental y capacidad de mirar hacia adentro y perdonar, enfrentarán traumas que los acompañarán toda la vida. Dios es quien transforma el dolor en paz interior (Isaías 37: 7 a)

2. Las familias disfuncionales se caracterizan porque no está presente la noción del amor, prima el individualismo y se deja de lado el esfuerzo por proporcionar el bienestar de todos.

3. Es sumamente importante revisar cómo anda nuestro hogar y, en el caso de haber crecido al interior de una familia con muchos conflictos, optar y asumir pautas para no repetir la misma historia.

3.1. Ser conscientes del daño que sufrimos para no replicarlo en nuestro hogar.

3.2. Es necesario identificar cuáles son las actitudes y acciones negativas que apreciamos en la familia donde nos educamos, y corroborar que no estemos repitiéndolas en nuestra forma de actuar con el cónyuge o los hijos (mal trato, reacciones incontroladas, palabras ofensivas etc.)

3.3. Reconocer que las escenas de dolor que nos marcaron en la niñez, marcarán las vidas de nuestros hijos si las repetimos.

3.4. Pedir a Dios que sane las heridas emocionales de nuestra niñez. Somos sanados hoy pasa sanar a nuestra familia.

Conclusión:

Las familias están amenazadas por una sociedad que siembra antivalores a través de los medios de comunicación y que valida el rencor, la venganza y la falta de perdón como algo “normal” por el hecho que millares de personas obran así diariamente. En esa espiral sin fondo los hogares se encuentran enfrentando la peor parte, como lo evidencian los altos índices de divorcios, el incremento de la violencia intrafamiliar, el distanciamiento entre padres e hijos, y el inusitado incremento de la drogadicción y la promiscuidad sexual entre adolescentes y jóvenes. Sin embargo, hay esperanza. Está en Dios. Abrirle las puertas de nuestros hogares y permitirle que obre los cambios que considere necesarios. ¡Él sabe cómo hacerlo! Hoy es el día para rescatar nuestra familia con ayuda del Señor. La vida será distinta. ¡Hay una nueva oportunidad!

Publicado en: Sermones


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